Hace un tiempo ya me reencontré con un viejo compañero del liceo y nos hemos juntado bastante, ya es como un amigo para mi.
Nos encontramos el día de la PSU 2008 y desde allí siempre salimos por ahí o vamos al cerro a caminar y explorar.
Y así fue como en una de aquellas exploraciones a los cerros cercanos a su casa (aunque tampoco tan cercanos) cometí el crimen más atroz que jamás crei sería capaz de llevar a cabo.
Pero de antemano es de suma importancia aclarar que fue un accidente, un terrible accidente...
Nos adentramos en el cerro, en busca de lo prometido : "La laguna de los coipos" de la que tanto me había hablado mi amigo Giovanni, el camino era largo con bifurcaciones por todos lados y como es sabido según un estudio que se ha realizado, la mayoría de las personas cuando se encuentran en una situación donde tengan que elegir uno de dos caminos, generalmente tienden a escoger ir por la izquierda , asi que fuimos por la derecha.
Al llegar porfín, nos sentamos a comer galletas y mirar como simplemente vivían esas criaturas, algunas madres alimentaban y acicalaban a sus crías, otros nadaban , algunos eran espantados por patos. Desafié a varios y con sus dientes inyectados en sangre me miraron y trataron de intimidarme, después de un rato ni se movían, y yo quería que se movieran asi que los estimulé con unas piedritas y asi se movían de su lugar.
En un descuido, no se si mío o de parte de un coipo distraído, un piedrazo fue a parar en su cráneo y allí comenzo el final de aquella fatídica tarde de excursión con daño neurológico permanente o incluso la posible muerte del coipo inocente por parte mía.
Solo espero que esté mejor, o en un lugar mejor 8).
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